EL MIEDO LLEVA AL ODIO Y EL ODIO AL LADO OSCURO - Capítulo 13. Proyecto 365
¿Por qué mi cliente no llama, será que se habrá arrepentido? ¿Será que estoy preparado para asumir este reto? ¿Qué pasa si fracaso? Si hay algo de lo que están cargadas estas preguntas, es de miedo. Pero ¿qué es el miedo? ¿el miedo es malo?
Tengo un podcast con un grupo de amigos muy locos, brillantes pero muy locos. El fin de semana pasado la grabación del podcast lo cancelamos por falta de quórum, igual ya estaba uno en camino por lo que quedamos para hablar y tomar un par de cervezas. La conversación se puso muy interesante cuando comenzamos a hablar de emprendimiento y emociones, el amigo con el que quedé es psicólogo y está encantado con este proyecto por la oportunidad que tengo de estar en contacto con mis emociones.
Si buscamos en el diccionario de la Real Academia de la Lengua se define al miedo como “Angustia por un riesgo o daño real o imaginario”. Sin embargo, mi amigo va un poco más allá y me dijo lo siguiente.
Los seres humanos somo pura emoción, de hecho somos emociones envueltas por carne y hueso. El miedo es sólo una de las 4 emociones básicas de la naturaleza humana: alegría, tristeza, miedo y rabia. Tu no eliges tener miedo, tú sientes miedo, no es algo que puedas controlar, es algo que puedes gestionar
Gerardo González
Y es que me explicaba que el miedo no tiene cargas, no es positivo ni negativo. Será positivo o negativo según lo que hagamos con el miedo. Ya que las emociones tienen temporalidad corta (segundos, minutos), no podemos “tener miedo por 1 hora”, me puso de ejemplo.
La emoción alimentada por pensamientos se transforma en sentimiento y un sentimiento recurrente se transforma en un estado de ánimo.
La diferencia entre un emprendedor que se mantiene y uno que no, es la capacidad de gestionar su miedo. Podemos elegir qué hacer con ese miedo a que ese cliente que no te llame, podemos quedarnos congelados todo el día esperando la llamada o ponernos a buscar más clientes por si éste falla. Si tenemos miedo a no estar preparados para asumir un reto, podemos negarnos y perder un cliente o buscar asesoría, delegar o encontrar formas creativas para asumirlo.
Terminaré con una anécdota, cuando era chico fui a visitar a mi abuela, fui a jugar a un potrero que quedaba detrás de su casa, al regreso me despisté y entré por accidente en la casa de un vecino. Este tenía un perro enorme y de muy mal genio. Como era de esperarse, al ver que invadí su espacio, me atacó ferozmente. Veía sus enormes dientes, casi sobre mí. En eso no sé de donde hice algo que después me resultó impensable, de un salto me impulsé lo suficiente para que el perro no me alcanzara y lo detuvieran sus cadenas. En ese momento el miedo fue el detonante para que mis músculos reaccionaran. También el miedo nos activa cuando un contrato chungo está delante de nosotros. No es el miedo que nos lleva al lado oscuro, “la falta de gestión, de la emoción es”.