El maquillaje femenino no se asocia fácilmente con tecnología, aunque detrás de esta industria existe muchísima ciencia e investigación, son los colores y rostros atractivos los que generan las ventas. ¿Crees que es posible cambiar con tecnología una industria que parece haber hecho de todo?
La transformación digital llega a la industria cosmética con una propuesta disruptiva, hecha para romper paradigmas. Láminas de maquillaje impresas en 3D y de uso inmediato.
Atreverse a innovar en el sector de la cosmética es una apuesta arriesgada. Aun así, Grace Choi, ex alumna de Harvard y emprendedora tecnológica que no se rindió ante los gigantes. Su idea, una impresora 3D para maquillaje, fue presentada en 2014 en “TechCrunch Disrupt” y no tuvo la aceptación que otras propuestas tienen, la chica no se desanimó y continuó con su proyecto, llegando a ser merecedora, ese año, de un lugar entre los 50 personajes más creativos de Advertising Age.
Ese mismo año gana el premio Beauty Gamechanger of the Year en los Racked Awards, celebración anual de lo mejor en moda, belleza, compras y salud.
En el 2015 Ganó un premio Glamour que sustentan explicando que Grace Choi miró una impresora 3D y vio un mundo de potencial de belleza sin explotar. MINK, una impresora que imprime maquillaje en 3-D, que pretende transformar tu computadora o dispositivo móvil en un camino interminable de belleza.
En 2016 la chica se lleva el premio de WWD Beatuy Inc. Awards “Disruptor of the Year: Grace Choi, founder of Mink”.
Ante tus ojos y en un instante el maquillaje está listo para aplicarlo inmediatamente.
La impresora estará disponible a partir del otoño 2020, y, desde ya, puedes hacer tu pedido para no quedarte sin la tuya, solo entras a su sitio web.
Cuando las mujeres pasamos de consumidoras a creadoras una industria tan tradicional y de imperios de fama mundial comienza a preguntarse ¿Cómo no lo pensamos antes?
Me encanta la idea de mostrarte como aplicando tecnología a los procesos más sencillos y comunes las mujeres ven frente a sus ojos un mundo de posibilidades. Siempre lo repetiré: “La tecnología, disrupción e innovación, también son asuntos de mujeres”.