Hurgando por internet me encontré un video de lo más divertido. Una actividad que sólo se le puede ocurrir a los japoneses. Consistía en tres jugadores profesionales y seleccionados japoneses de fútbol contra 100 niños. Que gran mensaje me dejó ese video viral.
La verdad me sorprendió más de lo que esperaba. Y es que me imaginaba una competencia un poco más reñida, independientemente de la diferencia de edad y talento, pero no fue así. Los 100 niños corrían sin ninguna intención definida detrás del balón. En cambio, los profesionales recorrían fácilmente el campo de juego; se dirigían con gracia a los espacios abiertos, sabían qué hacer en qué momento y anticipan claramente los movimientos que los pequeños adversarios; que a duras penas tocaron el balón.
Esto también pasa con las empresas, no podemos esperar que un talento junior haga lo que un líder. El líder tiene la visión completa del campo de juego, forjado con la experiencia vivida en la toma de decisiones. Decisiones que en los que algunos serán aciertos y en otros desaciertos, pero que permite tener criterio propio ante una adversidad.
El alto esfuerzo no es equivalente a éxito o efectividad. Si hacemos un poco de matemáticas para calcular el esfuerzo y lo comparamos con obtener resultados podemos tomar el ejemplo de la distribución de riqueza.
Tomemos un ejemplo de los más exagerados y brutales que lo demuestran; sólo es necesario reunir al 1% de la población más ricas del mundo para equilibrar la balanza de generación de ingresos con respecto al resto de las personas en edades productivas. Así que el esfuerzo para generar riqueza de 50 millones de personas, son equivalentes a 4,950 millones de personas.
Ese 1% son los líderes que dirigen el mundo, lo que quiere decir es que sus esfuerzos tienen que ser altamente efectivos y de gran impacto.
Por eso las empresas realmente exitosas no escatiman esfuerzos en adquirir talento. Y el verdadero talento, el verdadero líder ve más allá del dinero, quiere riqueza, pero necesita más.
El líder necesita una cancha donde jugar, dónde pueda poner en práctica su estrategia. Necesita una tribu que liderar y necesita recursos que explotar. Pero lo más importante y más atrayente para un líder es ser parte de un proyecto ganador, sólo hay que ver equipos grandes como, el Barcelona o Real Madrid son un imán de talento no solo por la millonada que van a ganar, si no porque son equipos que apuntan a ganarlo todo.
Todas las empresas son capaces de atraer talento. Solo es necesario que el proyecto sea lo suficientemente tentador.