Identidad digital y Blockchain

A nivel de gestión gubernamental, cada persona debe poseer una identidad digital. Esta ayudará a establecer un orden y llevar un control dentro de un territorio.

Pero, ¿cómo se construye nuestra identidad digital?

En primer lugar se crea una ​partida de nacimiento​, cada vez que una persona nace. Aquí se nos establece un código o número único que forma la base de nuestra identidad.

Posteriormente, se realiza el registro civil correspondiente del nuevo ciudadano. Se realizan trámites posteriores que garantizan la obtención de beneficios. Por ejemplo, el ​seguro social​.

A partir de nuestra identidad digital básica se emite toda una serie de registros de datos adicionales. Esto puede ser un expediente en una institución de salud médica.

Registro para todo

Sea para registrar una marca, una empresa, un libro, adquirir un carro, una casa o servicio público. Vamos adquiriendo una estructura de información que nos identifica de manera digital.

Con cada transacción bancaria. Cuando nos graduamos de alguna institución educativa.

De ahí la importancia que debemos tomar acerca de nuestra información, ya que tiene valor. Desde nuestro nacimiento hasta la muerte, construimos identidad digital.

Ante el panorama de la identidad digital, se hace necesario un sistema de gestión de dicha información. Ya que es demasiada y se puede perder. Es aquí donde entra en juego el Blockchain como tecnología de seguridad, privacidad e inmutabilidad de los datos.

Blockchain

Imagínate que un día vas al banco y no encuentran la cuenta registrada a tu nombre. O vas a tu médico de cabecera y no halla tus últimos exámenes registrados y son de vital importancia para la enfermedad que padeces. Sería sin duda un total caos.

Por eso el Blockchain se convierte en la herramienta de gestión de información para la identidad digital de los individuos. Es eficaz, tanto de manera personal, como para los diferentes actores conectados.

Si analizamos el contexto de la gestión de nuestra información, cada actor tiene la capacidad de alterar nuestra información, ya que se le ha cedido nuestra confianza.

El blockchain, además de jugar un papel importante en el registro inmutable e imborrable de la información, muestra de manera transparente quién pudo haber sido el autor, es decir, alguien que quiera manipular la información.

Inmutar información

Si se desea modificar algún dato, en la programación establecida quedará estipulado que por cualquier cambio, haya un registro. Por lo que el registro modificado también será visible por todas las partes involucradas. Es decir, se almacenará el historial de modificaciones. Esto únicamente, ocurriría si se programa dicha función al momento de desarrollar el Blockchain.

Información íntegra

El usuario, dueño de su identidad digital, tendrá toda su información y la compartirá con quién desee. No obstante, cada actor que haga modificaciones en la identidad de un usuario, deberá responder en caso de que esta no sea validada.

Blockchain interconecta a los usuarios, las entidades públicas, sector privado, sociedad civil, entre otros.

Por ejemplo, cuando vas al médico este te manda unos exámenes, tu vas al laboratorio y una vez estén los resultados, son enviados de inmediato al doctor. Y este puede referirte a un especialista o a la farmacia sin necesidad de tenerte al frente.

Cada dato registrado será transmitido a la entidad competente, garantizando la transparencia en el sistema de gestión de información. Esto causa un impacto positivo en la gestión gubernamental de ciudadanos.

Aunado con otras herramientas, como el Big Data, se podrá analizar información fiable y patrones de comportamiento de los ciudadanos. De esta manera se garantiza un mejor servicio asociado al proceso analítico. Además, se mejora el tiempo de solicitud y respuesta de transacciones.

La mejor parte de esta tecnología es que no se estructura de manera vertical. Todos somos iguales en Blockchain y podemos acceder a la información de manera que no existirá privilegios, ni jerarquización. Por lo contrario destaca la transparencia y la fiscalización.