Recientemente estuve en Europa, creo que como toda persona del nuevo mundo en el viejo, encantada. Me di la tarea de visitar algunos museos, mismo en donde la pintura y la escultura cautivaron mi atención, incluso la personita que me acompañaba me decía: “Dios, tienes una fascinación que nunca antes había visto reflejada en tu rostro.” No sé cuál era mi rostro, pero si atesoro aquellas obras que desfilaron ante el mismo. El arte del siglo IXX expresado en aquellas obras de pintores incomprendido, exaltado, silenciado y expresada, es inigualable.
Hace unos días, una técnica observada en las paredes de aquellos museos lo era ahora, pero con la diferencia basada en el uso de un editor de fotografía, Microsoft Paint (Si, Paint). En ese momento, mis sentidos se dirigieron a la máquina más compleja hasta ahora creada, el cerebro y más allá a las conexiones de mi red neuronal, era la técnica del puntillismo (_estilo de pintura que consiste en hacer un dibujo mediante puntos)_ la que observé en las paredes de los museos y ahora contemplaba a través del monitor de mi PC. Esto, sello mis labios e hizo despertar mi curiosidad cuando conocí de este pintor y su arte en 8 bits. Se los presento, Hal Lasko, su vida una explosión de colores.
Nació en 1915 y sirvió en la Segunda Guerra Mundial como arquitecto de bombardeos, luego se desempeñó como diseñador gráfico en Cleveland. Pero y ¿qué hace especial a este pintor de otros? Para empezar Hal Lasko conocido como Grandpa es el mejor ejemplo para aquella frase que bien dice: “nunca es tarde para empezar.” A sus 95 años fue introducido como usuario del computador por sus nietos, específicamente a Paint. Esta herramienta ahora en bastante desuso le brindó la oportunidad de seguir expresando su inclinación y amor al arte a pesar del progresivo trastorno ocular (degeneración macular húmeda) del que padecía y le declaraba legalmente ciego. Prácticamente, en sus últimos 3 años de vida dedicó alrededor de 10 horas diarias a la creación de obras de arte basada en el puntillismo utilizando Paint, tal como les comente anteriormente. Su pincel (el mouse) fue su compañero en las pinceladas de píxeles (menor unidad homogénea en color que forma parte de una imagen digital) codificados en un byte (8 bits), de forma que cada píxel le concedió hasta 256 variaciones de color (28 posibilidades binarias), de 0 a 255.
Grandpa retomo la estética de artistas como Georges-Pierre Seurat y sus seguidores Henri Edmond Cross y Paul Signac, Maximilien Luce, Vincent Van Gogh y sus más de 150 piezas muestran un punto de encuentro entre el puntillismo, el arte de 8 bits y demuestran que nunca es tarde para explorar nuestro potencial creativo con las herramientas que nos brinda la tecnología.
Lamentablemente, Grandpa falleció en julio del año pasado a los 98 años, dejando un importante legado al mundo entero, el cual quedo capturado en un documental de poco más de 8 minutos co-dirigido y escrito por Josh Bogdan, uno de los mejores amigo de su nieto.
Y tú, ¿usas Paint?, ¿Para qué?
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