El 28 de noviembre de 2010, se dan a conocer los primeros 291 de los 251.287 documentos obtenidos por WikiLeaks, estos fueron difundidos desde el servidor de la organización y de manera simultánea a una detallada cobertura de prensa, cinco de los periódicos más importantes: El País (España), Le Monde (Francia) Der Spiegel (Alemania), The Guardian (Reino Unido) y The New York Times (Estados Unidos). Del total de documentos, 133.887 estaban sin clasificar, 101.748 estaban clasificados como “confidenciales” y 15.652 como “secretos” en la escala de clasificación.
Tras la primera publicación, WikiLeaks anunció que el resto de documentos serían difundidos íntegramente en varias fases a lo largo de las siguientes semanas.
Se le conoce como la Filtración de documentos diplomáticos de los Estados Unidos, o Cablegate, filtración masiva de documentos del Departamento de Estado de los Estados Unidos. Es considerada como la tercera filtración de documentos estadounidenses realizada en 2010; en el mes de julio se filtraron documentos sobre La Guerra de Afganistán y el 22 octubre los denominados Registros de la Guerra de Iraq.
Estas publicaciones no eran de alto secreto, las confidencias tienen fechas desde el 28 diciembre de 1966 a 28 febrero de 2010.
El contenido de los cables diplomáticos incluyen numerosos comentarios libres y las revelaciones en relación con: las críticas y alabanzas sobre los países sede de varias embajadas estadounidenses.
Otros temas mencionados son las maniobras políticas en materia de cambio climático, discusión y resoluciones para poner fin a la tensión actual en el Oriente Medio, los esfuerzos y la resistencia hacia el desarme nuclear, las acciones en la guerra contra el terrorismo.
También se mencionan las previsiones de amenazas en el resto del mundo, las relaciones entre los distintos países, esfuerzos de inteligencia y contrainteligencia de Estados Unidos y otras acciones diplomáticas.
Las reacciones ante los cables diplomáticos estadounidenses filtrados son variadas. El 14 de diciembre de 2010, el Departamento de Justicia de los Estados Unidos emitió una citación dirigida a Twitter para proporcionar información en cuanto a cuentas registradas o asociados con WikiLeaks. Twitter decidió notificar a sus usuarios.