El Comité del Senado de los Estados Unidos está investigando al FBI por problemas presentados en su sistema de reconocimiento facial utilizado para detectar delincuentes. Según un reporte publicado por “The Guardian”, la base de datos contiene fotografías de la mitad de los adultos de Estados Unidos, obtenidas sin su consentimiento, es decir, de manera ilegal.
Esta no es la primera vez que el público ha sido alertado sobre la privacidad expuesta a través del programa de vigilancia masiva del gobierno de los Estados Unidos. La base de datos de reconocimiento facial del FBI es un ejemplo claro de ello.
En 2010, el FBI lanzó su base de datos biométrica avanzada, llamada Identificación de la Próxima Generación (NGI). La antigua base de datos de huellas dactilares se mejoró con capacidades adicionales, como la tecnología de reconocimiento facial (FRT). Sin embargo, la principal diferencia es la colección de información. La antigua base de datos de huellas dactilares solo almacenaba las huellas digitales y el ADN después de una detención. La base de datos de FRT recolecta fotografías de civiles inocentes de manera proactiva. Para ello, el FBI llegó a acuerdos con 18 estados para acceder a las bases de datos de fotografías de licencias de conducir.
Actualmente, la base de datos de FRT del FBI es una combinación de la base de datos de VISA y pasaporte, la base de datos biométrica del Departamento de Defensa y la base de datos de licencias de conducir de diferentes estados. Aproximadamente la mitad de la población de Estados Unidos está en la base de datos de reconocimiento facial del FBI. Sin embargo, esta base de datos se encuentra en la mira de políticos y defensores de la privacidad debido a fallas específicas.
Los algoritmos utilizados para identificar coincidencias en rasgos faciales son inexactos en aproximadamente un 15%. Estos son más propensos a identificar erróneamente a personas con piel negra que a personas con piel blanca. Las mujeres de piel negra son las más afectadas por estas fallas.
En la audiencia del Comité de Supervisión, se solicitó una regulación más estricta de la FRT. Aunque es una herramienta poderosa para proteger a las personas, sus bienes y fronteras, también puede ser utilizada para acosar o acechar a ciudadanos.
Una vez más, se pone en evidencia la falta de transparencia del gobierno de los Estados Unidos en cuanto a la privacidad de los ciudadanos y la cantidad de datos que almacenan sobre ellos, con o sin su permiso. La base de datos de reconocimiento facial del FBI se creó sin el consentimiento de los ciudadanos y contiene información sobre casi la mitad de los adultos de Estados Unidos. Es importante que se implementen regulaciones más estrictas para proteger la privacidad y los derechos de las personas en todo el país.