Presentar un proyecto para inversión no es una tarea fácil. Sin embargo, poniéndote en los zapatos del inversionista, serás capaz de explicar lo que el/ella necesita saber para decidir si invierte en tu proyecto o no.
Ojo: Tu misión es argumentar y convencer a inversores, no discutir ni obligar a que otro vea potencial donde no lo ve.
La inversión depende de muchos factores, tu responsabilidad está en contar y preparar todo para que otra persona perciba el potencial de tu proyecto y se interese por él, lo suficiente como para invertir.
Ahora bien, el primer argumento para convencer es una buena preparación y ésta tiene nombre y apellido: plan de negocios. Este es tu mapa. Cuánto más claro, preciso, completo y realista sea, más convincente. Una vez elaborado, es importante saber comunicarlo de la forma más breve y ordenada posible.
Al inversionista le interesa que sea escalable, en otras palabras, que tu negocio tenga potencial para dispararse. Muy importante: Cuida tu vocabulario.
Los inversionistas buscan invertir, no financiar.
Si tu negocio se conforma con ser viable no le interesará a ningún inversor, en este caso mejor busca un financiamiento a través de un banco. Crear valor no quiere decir simplemente crear beneficios. Aunque tu negocio no cree beneficios inmediatos, tus inversionistas seguirán apostando si ven que genera un valor que les asegurará beneficios mayores y duraderos.
Puntos que debes tener en cuenta:
Los inversionistas quieren ver que estás metido de lleno, al 100% en este proyecto, nada de a medias. No es muy lógico pensar que tu aún estás tanteando a ver qué tal funciona el negocio y pidas a alguien que invierta dinero. Esto casi nunca suele funcionar. Asegúrate de poder demostrar que no hay dudas personales en tus planteamientos.
Los inversionistas estarán muy atentos a la pasión que muestres por tu idea, a tu historial de éxitos y fracasos y la forma en que los has enfrentado. Esto te permitirá ganarte su confianza.
Este es punto donde fallamos la mayoría de emprendedores. Principalmente se basa en poder demostrar de forma numérica la buena evolución del negocio. Si no puedes enseñar cifras validadas, aunque sean un test de mercado, te costará convencer a un inversionista.
Debes tener muy claro el esquema financiero de tu proyecto y el uso que darás a cada centavo que te otorguen.
Sabemos que te ha costado hacer tus cálculos, pero no queremos que te cueste también la pérdida de un posible inversionista. Por esta razón, cuida los números y como mencioné anteriormente, tus palabras, ya que ante frases como “nuestras estimaciones son conservadoras”, un inversionista podría responderte “como las de nueve de cada 10 startups que fracasan”.
Cabe mencionar que los planes de negocio deben utilizar métricas basadas en datos de la competencia o cuentas anuales de compañías cotizadas, de forma que el inversionista podrá discutir la fórmula, pero verá que todo está contemplado y ha sido razonado. Por otro lado, tampoco es bueno dar datos exagerados o poco precisos. Ejemplo: Si en un plan de crecimiento de visitas a una web, la gráfica incluye valores como ‘primer mes’, ‘segundo mes’, etc… eso significa que estás en modo teórico. Puedes empezar hablando de enero de 2019.
Poner una página web con tu producto parece solucionar todo y que ya va a estar en boca de todos, lo ideal es que el inversionista pida al emprendedor un plan de marketing detallado, así que no esperes a que te lo pidan. Es un error limitarse a contar la estrategia de marketing. Él debe saber ¿Cómo vas a conseguir vender algo? Lo que falta es orientación al cliente. De lo que se trata es de poner en el mercado un producto que la gente compre. Cuéntale ¿Cómo vas a hacer eso? Lo podemos llamar marketing si quieres, pero no se trata de que le cuentes la estrategia en sentido estricto.
En ocasiones, algunos emprendedores no se toman muy bien algunas preguntas u objeciones. Ten en cuenta que con ello no están tratando de quitarle mérito a tu idea de negocio. “Cuando un inversor te deja de hacer preguntas, es que ha perdido interés en el proyecto. La mejor señal de compra es que el inversor te pregunte. Lo que no puedes pensar es que le has resuelto todas las dudas. Un emprendedor debe recibir con ilusión las preguntas que le pueda hacer un inversor”. Cabiedes
Decir “no lo sé”, puede ser letal. Nunca deberías responder así a una pregunta. Debes tener todas las preguntas y respuestas preparadas. Un buen ejercicio es comentar tu idea con mucha gente que haga de abogado del diablo. Y, si realmente no sabes algo, es tan simple como decir: podría acceder a esa información, pero aún no lo he hecho”.
Algunas preguntas que todo inversionista hará son:
¿Cuánto dinero puedes conseguir? ¿Cuánto dinero gastarás? ¿Cuáles son los hitos logrados?
Continuará…