¿Vale la pena emprender?
Imagina que te queda un solo día de vida y tu actual rutina es algo así:
Miras el despertador con odio sonando inclemente, quieres seguir acostado pero tu día comienza con presiones. Te levantas con sueño y mientras planificas tu día caminas hacia la ducha. Tu aseo es efímero porque debes tomar un café pronto para subirte al auto. Media hora atascado en el tráfico vehicular camino a tu trabajo y el estrés comienza a acumularse. Tu jefe reclama desde que pisas tu empleo porque llegaste tarde, y por más que intentas explicarle que había tráfico su respuesta es un “levántese más temprano”; sabes que tiene razón y eso te produce más estrés.
Durante el día, acumulas hojas y hojas de trabajo por hacer, y miras el reloj de pared puesto a propósito frente a ti para que veas cuan miserable te ves ahí, cumpliendo los sueños de otro, solo quieres que el reloj marque tu hora de colación para desaparecer por media hora de tu puesto de trabajo y respirar. Miras en tu teléfono la fotografía de tus hijos y esposa, y te das cuenta lo mucho que han crecido, y que te has perdido muchos de sus logros por ese empleo.
Termina el día, tus ojos y piernas tiemblan, camino a casa la vida te regala media hora extra de tráfico vehicular. Llegas y el panorama te desmotiva… tus hijos duermen, ya es tarde y tu día ya acabó.
Si te quedara un solo día de vida, ¿desearías que fuera así?
Si tu respuesta es un NO, estás pensando como un emprendedor. Quédate con nosotros y descubre la manera de hacer más llevadero ese posible último día de tu vida.
Comencemos analizando algunas palabras de las cuales aún en pleno siglo XXI seguimos temiendo.
Hereje: aunque te parezca extraño e insultante, siéntete halagado cuando alguien te diga que eres un hereje, pues solo significa “Quien es libre de pensamiento”
Riesgo: se define como la posibilidad de que se produzca un contratiempo o una desgracia, de que alguien o algo sufra perjuicio o daño, pero también puede definirse como una situación en que puede darse esa posibilidad… solo tú decides que connotación darle a esta palabra.
*Problema: si, benditos problemas. ¿Cómo los definirías? Si, probablemente como un dolor de cabeza, algo que te obliga a pensar en una solución. Pensar en una situación como un PROBLEMA, reduce las probabilidades de éxito, mientras que si logras percibirlo como un desafío, las probabilidades se incrementarán considerablemente.
Habiendo analizado brevemente estas palabras, indaguemos un poco en lo que realmente significa emprender.
Un emprendedor es alguien dispuesto a asumir una cuota de riesgo para conseguir sus propósitos de vida. Un hereje de tomo y lomo que asume los problemas como desafíos y lo más importante de todo; que comprende que la vida es, como dice Steve Jobs, muy limitada como para desperdiciarla viviendo la vida de alguien más. Es alguien que, viendo la necesidad de un grupo de personas, decide formar un negocio que supla esa dificultad social.
Un emprendedor trabaja sus habilidades sociales, PNL (1), posee liderazgo y tolerancia a la frustración, siendo esta última, la que le permite analizar fuentes viables de mejorar sus productos, calidad de servicios y calidad humana.
Por lo general, un emprendedor no posee horarios, ni una oficina fija, pues optan por un estilo de negocios mucho más relajados que les permiten optimizar sus recursos, espacios y tiempo, permitiendo hacer que el dinero trabaje para ellos, convirtiendo sus bienes pasivos en activos. Suena loco, ¿no lo crees?
En pleno siglo XXI, organizar reuniones de directorio es una tarea complicada, pues algunas personas viven fuera de la ciudad o en algunos casos, fuera del país. La tecnología ha permitido acortar brechas que el emprendedor utiliza a diario para complementar labores y hacerlas más amenas. Skype, Taiga, entre otros, son mecanismos que permiten generar reuniones remotas, conferencias, asignación de tareas y análisis de lo que la organización se ha propuesto en un periodo de tiempo.
Un amigo me comentaba que quería emprender un negocio, ser su propio jefe y manejar sus horarios porque su actual empleo de jornal lo tenía cansado y le estaba consumiendo la vida, así que quería ser un emprendedor… pero quería formar un negocio que ojalá no tuviera riesgo, y que no tuviera que trabajar para conseguir resultados; quería generar recursos sin esfuerzo, ni tiempo ni riesgo. Tomé su hombro y le dije: mejor cuida tu empleo.
En la primera etapa de cualquier emprendimiento, tendrás que tener claro que deberás ser un multifuncional hasta que puedas delegar tareas, mientras tanto, tendrás que ser línea de producción, atención al cliente, post venta y promotor de tu marca para masificarla y posicionarla en el mercado. El primer y segundo año serán complejos, pero los beneficios se irán viendo con el tiempo, tendrás más horas libres para volver al GYM, para jugar futbol con tu hijo y tener una cena con tu esposa luego de tanto tiempo; porque a fin de cuentas, si alguien te enseña como cosechar manzanas de un árbol tienes dos opciones; o pasas el resto de tu vida cosechando manzanas solo de ese árbol para la persona que te enseñó o aprendes a sembrar nuevos árboles para cosechar tus propias manzanas, distribuir manzanas en el extranjero y fundar tu propia línea de jugo de manzana natural, posicionar tu marca en el mercado y fundar un nuevo imperio. Si existe en tu mente, puede existir para el mundo, solo hace falta soñar y arriesgarse, sé un hereje y plantéate tu próximo desafío.
(1) PNL: La programación neurolingüística (PNL) es una estrategia de comunicación, desarrollo personal y psicoterapia, creada por Richard Bandler y John Grinder en California (Estados Unidos), en la década de 1970. Sus creadores sostienen que existe una conexión entre los procesos neurológicos («neuro»), el lenguaje («lingüística»), y los patrones de comportamiento aprendidos a través de la experiencia («programación»), afirmando que estos se pueden cambiar para lograr objetivos específicos en la vida. (Fuente: tps://es.wikipedia.org/wiki/Programaci%C3%B3n_neuroling%C3%BC%C3%ADstica)
