El primer robot en ser despedido

La tecnología es creada con el propósito único de mejorar las condiciones de vida de las personas y su entorno, automatizando procesos productivos, alivianando cargas laborales, académicas e incluso algunos gadgets son capaces de satisfacer necesidades altamente inútiles y realizables con el mínimo esfuerzo sin ellos.

Con la finalidad de tener un asistente dentro de uno de sus supermercados en Edimburgo, Reino Unido, la dueña de Margiotta Food & Wine contrató a un robot diseñado por la Universidad Heriot-Watt para darle la bienvenida a sus clientes y atender a sus consultas; así como también para captar a éstos.

Imagina que un día vas pasando por un pasillo del super y escuchas a un robot decirte “Hola hermoso”. Un gran halago, ¿No crees? Yo al menos pensaría que, al ser un robot con ese nivel de humor, podrá ayudarme a encontrar mi cerveza favorita dentro del local.

Para la mala fortuna de las personas, y a pesar de la galantería de Fabio, sus respuestas rozaban la ironía y la inutilidad total.

Clientes del Margiotta Food & Wine afirmaban que al consultarle dónde podían encontrar una cerveza, Fabio respondía “En la sección de bebidas alcohólicas”, una respuesta obvia y sin ningún tipo de referencia.

Los días de Fabio estaban contados desde que los dueños notaron que sus empleados de carne y hueso eran capaces de captar una media de 12 clientes en 15 minutos mientras que Fabio solo lograba captar a dos, con mucho esfuerzo.

“Pensamos que un robot era una gran adición para mostrar a los clientes que siempre deseamos hacer algo nuevo y emocionante”, aseveró la dueña de la empresa familiar.

“Desafortunadamente, las prestaciones de Fabio no eran las esperadas”, explicó luego la propietaria del establecimiento. “Las personas lo evitaban”, dijo.

Sin duda alguna, la solución más viable para la empresa fue despedirlo tras una semana de haber iniciado por incompetente, transformándose en el primer robot desempleado de la historia.

Como anécdota final, cabe señalar que, para sorpresa de los dueños y los creadores de Fabio, sus colegas lloraron al momento de informarles sobre la baja del robot.