Hoy día existe una onda anti academia que no entiendo muy bien. Sé que por un lado el acceso al conocimiento y el poder transportarlo en nuestros dispositivos móviles, nos puede parecer que no necesitamos estar en un salón de clases. Y es que existen tutoriales para casi todo en YouTube; de hecho yo los utilizo muchísimo. Además, la gran oferta de clases virtuales o cursos online, como Platzi o Udemy, que cierto son buenísimos. Sin embargo, en el colegio, la universidad, la academia, eres capaz de formarte en muchos aspectos que son vitales para el desarrollo humano y profesional.
Hoy, después de salir de una reunión con un cliente, me dice una de mis socias:
La próxima vez que digas una mentira no te toques la nariz, tu lenguaje no verbal habla por ti.
En otra ocasión mi esposa me dice que cuando me planteo a decir algo serio, también me toco la nariz. Y es que no es la primera vez que escucho del lenguaje no verbal. He visto muchos tutoriales, párate derecho, sigue el patrón de movimientos de tu cliente, lleva el ritmo de la conversación y muchos detalles más, que no siento que los manejo del todo bien.
Por otro lado está mi socia, ella si tomó clases para desarrollar esas habilidades, tiene la capacidad de leer mucho mejor los patrones de conducta. Y es que le digo, no puedes estar pendiente de todo, pero me refutó, si puedes es un asunto de práctica. Y es que en un vídeo no podemos esperar una corrección si hacemos algo mal. Siempre necesitaremos, maestros; compañeros que nos permitan ver que no es una faena imposible.
Las carencias del sistema educativo es real, estamos al frente de un sistema lleno de fallos. Pero lo más importante no es una buena nota en el curso de estructura 1, 2 y 3, es poner en práctica el trabajo de equipo, mejorar las habilidades de comunicación cada vez que hacemos una exposición, es tener que enfrentarnos a un profesor como simulación de cliente.
Steve Jobs es cierto que no terminó la Universidad, pero en ella conoció a Wozniak. Fue en el campus de Harvard que Mark Zuckenberg concibió Facebook junto a Saverin, Moskovitz y Hughes. Y estamos hablando de genios, de las mentes más brillantes de nuestros tiempos y aun así, necesitaron a otros y que se yo, otras cosas más.
Me considero un autodidacta en toda regla, me encanta leer, investigar de casi todo, ver tutoriales y ponerlos en práctica, pero también creo que de los años que más formaron mis habilidades blandas tuvieron lugar mientras estuve en un aula de clases, lugar donde me encontré con quien hoy es mi socia y compañera de muchas aventuras.